En esa época todo era
distinto, en esa época los niños que no
les hacían caso a las mamás se los tragaba la tierra. En esa época
Liliana le llevaba la contraria a los de la casa y se ponía minifalda, el día
de su muerte fue vestida con un hábito pero curiosamente sus piernas no dejaban
de moverse aunque estuviera fallecida, vibraban, saltaban como si tuvieran el
mal de Parkinson; entonces su madre
llamó al padre de la provincia quien no supo qué hacer así que llamaron a un
obispo y este a otro y a otro pero nada pudieron hacer. Luego de la
incertidumbre por las causas del extraño movimiento de las piernas de Liliana y
de una extensa entrevista sobre su vida el padre Benito Lañas concluyó que
debían quitarle el hábito y ponerle una minifalda, la familia sorprendida accedió
como última opción. Fue así la única manera que las piernas de Liliana pudieron
descansar en paz y todo porque en esa época todo era distinto. También fue en
esa época que doña Alicia la mujer de la vuelta de la esquina ahorraba
exageradamente sus alimentos tanto que le dolía más que una uña encarnada
compartir una cena, un día llego un batallón a pedir comida y con la desgano
más grande del mundo doña Alicia sirvió y cuando destapo la olla de la sopa
encontró una serpiente inmensa que le movía la cabeza como pidiéndole comida. El treinta y uno de
febrero de esa época el padre Benito
Lañas confesó a Darío un hombre
cuarentón y le toco escuchar de sus labios la terrible verdad sobre la autoría
del hombre en el asesinato de su madre, el padre le dijo que ese acto era gravísimo y que debería arrancarse
un pelo y guardarlo en un frasco. Darío como penitencia hizo lo debido, al mes
el pelo se había convertido en un animal, lo cambió por un frasco más grande
pero el extraño animal seguía creciendo. Darío le contó la situación al padre y
él le dijo que debería soltar al gigantesco animal. El hombre cogió el frasco y
lo abrió y el animal se lo comió. En esa época
Dora llevaba en el mercado lenguas dulces para tomar con leche, su hija
Marta siempre andaba a la cocina como un roedor y se las comía sin permiso. Su
madre cuando la descubría le decía que se iba a enfermar pero Marte no le hizo
caso. Fueron quince años después que Marta seguía con sus andanzas a la cocina
y se comió un paquete de veinte lenguas, ella sola. La muchachita se enfermó y
se puso de todos los colores no descanso hasta que vomitó un sapo verde que
Salió de su boca croando y saltando. En esa época muchas cosas pasaban porque
todo era distinto por ejemplo en el entierro de Juan Manuel tuvieron que
sacarlo por la ventana porque no pudo salir por la puerta aunque extrañamente
si pudo entrar, los vecino explicaron que el señor siempre daba la limosna por
la ventana y esa era la razón de la situación, definitivamente en esa época
todo era muy distinto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tus comentarios u opiniones. Lo que piensan y sienten es muy importante para nosotros. Tus reflexiones y observaciones son muy valiosas. https://osmalo.blogspot.com/