Centralidades de los dos primeros capítulos del “informe sobre la situación de los D.H. en Medellín”

Introducción

El segundo informe de 2011 sobre la situación de los Derechos Humanos en Medellín, realizado por la personería municipal, diagnostica una ciudad desigual; con una  dualidad entre habitantes que gozan de calidad de vida y otra población a la que se le viola sus derechos.

Este informe se basó en los derechos fundamentales que dicta la Constitución Nacional Colombiana y utilizó una metodología de elementos cualitativos, complementándose  con técnicas cuantitativas, datos estadísticos recolectados de diferentes instituciones promotoras de D.H.

De  forma  pedagógica, mediante un diseño tipo artículo de revista, el informe  contiene gráficas, recuadros, fotografías y pies de página. Pretendiendo conocer el progreso y retroceso en la protección de los D.H. Y las acciones y omisiones del estado cuando los vulnera, para saber qué grado de responsabilidad tienen las instituciones que deben garantizarlos.

En este escrito se analizarán los dos primeros capítulos: Derechos económicos, sociales, culturales y ambientales como el derecho al trabajo, en concreto a condiciones laborales justas y equitativas, los derechos culturales de las minorías y de los pueblos indígenas; el derecho a una vivienda adecuada, que incluye la seguridad de tenencia, la protección contra desalojos forzosos y el acceso a una vivienda asequible.  Y

Y el segundo capítulo Los Derechos civiles y políticos que son llamados de primera generación. Los primeros: a la vida y a la Integridad Física y Mental,      Derecho a la libertad y a la seguridad de la persona, incluido el derecho a un juicio justo,      Derecho a la inviolabilidad del hogar y de la correspondencia,      Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, así como a la opinión y expresión. Y los segundos:     Derecho a la libertad de reunión y asociación,      Derecho a elegir y a ser elegido, y a participar en los asuntos públicos;      Derecho a poder demandad a la autoridad pública.

Entremos En Materia:

“Medellín continúa siendo la ciudad metropolitana más desigual de Colombia...”[1]Con un 0.537 según el indicador GINI, este fenómeno se asocia directamente  a la dificultad de la población de encontrar un empleo con una remuneración suficiente para suplir las necesidades básicas que les permita ingresar a la seguridad social.
Según el informe:

“Si bien en los campos de generación de empleo decente y de seguridad los resultados son insatisfactorios, lo avances en salud y educación son significativos y contribuyen a la reducción de la pobreza”[2]

Palabras que demuestran alguna mejoría pero no ninguna solución definitiva a los problemas de desigualdad.

Existen poblaciones específicas a la que más crudamente toca la desigualdad, como  las personas discapacitadas y a los ancianos. Los primeros altamente vulnerables porque no encuentran opciones de empleo decente y los segundos con altos índice de desempleo porque son discriminados por su edad, situación que empeora por los bajos índices de escolaridad y el maltrato a que mucho son sometidos.  

La persona discapacitadas viven en los estratos sociales más bajos como en el Popu­lar, Santa Cruz, Manrique y Aranjuez. Según un estudio de La Facultad Nacional de Salud Pública y la Secreta­ría de Salud, referenciado en el informe, el  97% de las personas discapacitadas reside en los estratos 1, 2 y 3.  Por otro lado la alcaldía se ha manifestado con un subsidio pero este es insuficiente y el llamado que hacen instituciones como BID, es a la inclusión.

En el caso de los viejitos, muchos de ellos aguantan hambre ya que alcanzan solo una comida al día. “Para el año 2010 se estimaba que unas 2.909 personas comían menos de una vez al día, 4.313 una vez al día y 32.905 dos veces al día”.[3]
 Entre tanto se otorgan subsidios, pero los cupos para ellos son insuficientes.

No solo el dinero  es el problema de las personas mayores de 60 años, sino también, el maltratado físico y sicológico que es impartido en la mayoría de los casos por familiares y ex compañeros. Además muchos ancianos son abandonados en instituciones promotoras de salud.

Otro derecho que es vulnerado en Medellín es el de una vivienda digna. Las guerras entre bandas y la delincuencia común ha llevado a desocupar viviendas en varios barrios como: Nueva Ciudadela Oc­cidente, la comuna 13; los barrios Po­pular, Aures, Santa Cruz, Manrique y el Sinaí.  Los problemas ambientales causan deslizamientos afectando las casas y muchas personas viven en invasiones por ello no pueden acceder legalmente a los servicios público domiciliarios.

Aunque parezca increíble, legalmente solo se les vulnera el derecho a la salud a los niños menores de cinco años, otra cara que evidencia la desigualdad social y como la gran mayoría de los problemas sociales dependen del dinero, la salud no se queda atrás. “En 1997 Medellín contaba con 13 EPS en el Régimen Subsidiado (EPS-S); ahora, con el argumento de inviabilidad financiera, sólo hay 3 EPS-S (Emdisalud, Comfama y café Salud)”[4].

 Muchos médicos son hostigados a no remitir servicios de alto costo, atentando contra la autonomía médica, causando la llamada “tutelitis” por partes de los usuarios, pero esto no  es garantía de la prestación de los servicios de salud porque muchas EPS no los fallos de tutela. Un problema central de la salud es que la mayoría de afiliados son subsidiados y muy pocos contribuyen, lo que ha llevado a un desequilibrio financiero del sistema.

En la ciudad de la eterna primavera se redujeron los homicidios pero aún causa mucha preocupación: “Desde enero de 2008 y hasta octubre de 2011 se registraron 6.663 muertes violentas. Este año, el promedio de homicidios es de 141 por mes, 32 por semana y 5 por día”. Aunque en la ciudad disminuyeron lo homicidios en el área rural aumentaron, principalmente en el corregimiento de San Antonio De Prado.

La población que más asesinada en Medellín fueron jóvenes  entre los 18 y 35 años, de igual manera preocupa que en promedio cada dos días maten a un menor de edad. Los conductores de buses y taxis, también corren graves riesgos de ser asesinados. Este monopolio de la muerte es controlado por grupo ilegales, que mediante la violencia dominan territorios y mercados ilícitos.

Ligada a los problemas de seguridad se encuentra el delito de la desaparición, fenómeno que  tiene varias aristas. Se reconocen varias denominaciones de desaparición:

a)    Desaparición forzada: Es un delito que atenta contra los derechos humanos y se asocia por batallas entre bandas por el control de territorios. “En Medellín se conocieron 51 casos re­portados ante las autoridades judi­ciales entre enero y octubre de 2011”[5]. Las personas más vulnerable fueron las mujeres, estudiantes de bachillerato y personas que laboran en las calles

b)    Desaparición voluntaria: Es cuando una persona de manera voluntaria y consiente se ausenta sin dar explicaciones. En el 2011 en Medellín se presentaron 115 de estos casos.

c)    Desaparición involuntaria: Se da cuando una persona desaparece por motivos ajenos a su voluntad pero sin intermediación de un tercero. Ejemplo: cuando una anciana con problemas de memoria se pierde.

d)     Hay otro tipo de desaparición que no se puede catalogar porque no existen evidencia de su causa, es decir no se sabe si fue voluntaria, forzada o involuntaria.

No menos importante son la amenazas a personas y organizaciones que ejercen labores políticas, Periodísticas, educativas, artísticas y deportivas. Al parecer cada año 355 docentes fueron amenazados. Un ejemplo cercano e lo sucedido en la Universidad De Antioquia cuando se determina cese de actividades, los estudiantes y docentes que continúan con sus labores son intimidadas.

No solo los grupos ilegales han atentado contra los D.H. sino también los miembros de la fuerza pública. “De 875 quejas analizadas entre el 1 de enero de 2008 y el 31 de octubre de 2011, el 96,11% (841) fueron interpuestas contra integrantes de la Policía Nacional y un 3,89% (34) contra miembros del Ejército Nacional.” [6] La policía en las quejas ha tratado de conciliar con las víctimas, no obstante estas conciliaciones no las contempla la ley disciplinaria.

Las principales quejas fueron sobre omisiones de la policía, amenazas, abusos de autoridad, toma de fotografías y videos; donde los principales afectados fueron los residentes en los estratos 1,2 y3.

El desacuerdo social frente a diversas problemáticas como la crisis de la salud, la violencia, la protección de ambiental y de los animales, la defensa de los derechos homosexuales, los derechos laborales y educativos, entre muchas otras. Ha llevado a diferentes movilizaciones que  expresan la  indignación y reclamación al estado por un mejor porvenir. El poder de la movilización estudiantil en el año 2011, logró que el Presidente Juan Manuel Santo retirara del congreso el proyecto de reforma a la ley 30.

Por último en la ciudad de Medellín tuvo  poco impacto la desmovilización de grupos armados ilegales. La reincidencia ha llevado a que muchos desmovilizados fueran expulsados del programa, investigados e incluso judicializados. Es crítico el aumento del más del 90% de los homicidios ejecutados por desmovilizados. Para ejemplificar la problemáticas estos son los datos: “1.093 propiamente inactivos, 403 de­tenidos, fallecidos 502, han perdido sus beneficios 220, suspendidos 6, han renunciado 37 y 350 son investigados para evaluar si pierden los beneficios.” [7]

Conclusión

Medellín está lejos, en el corto plazo,  de convertirse en una ciudad equitativa a pesar del imaginario de la ciudad una ciudad de oportunidades. Los problemas sociales no desaparecen, sino que se transforman y surgen nuevos.

Es valioso el intento para emprender la protección de esos derechos pero es absurdo pensar que las complejas problemáticas sociales y sus interacciones pueda ser cuantificada exactamente, sin embargo, es innegable la importancia de hacer una panorámica de la ciudad.

Aunque la estadística son simplemente números que parecen fríos, son datos que reflejan tendencias pero más importante es la interpretación que se hace de esas cifras. Por otra parte las recomendaciones de la personería para cada subtema del informe son laxas, poco profundas (Para esas sugerencias solo se escribe uno o dos párrafos), no proponen nada novedoso, ni una metodología para lograr las soluciones; más bien se simplifican a un ¿Qué hacer? Y no tanto a un ¿cómo hacer?


Referencia Bibliográfica

Personería Municipal De Medellín. Informe sobre la situación de Derechos Humanos En Medellín. Medellín 2011-2. Pag 1-31. Se encuentra en:  http://www.personeriamedellin.gov.co/index.php/finish/62/4731.html 




[1]Corporación Viva La ciudadanía. Informe sobre la situación de Derechos Humanos En Medellín. Personería Municipal De Medellín. Medellín 2011. Pág. 5
[2] Ibíd
[3] c. Informe sobre la situación de Derechos Humanos En Medellín. Personería Municipal De Medellín. Medellín 2011. Pág. 7

[4]Santa Mendoza, Johana y Sierra, María Clara. Informe sobre la situación de Derechos Humanos En Medellín. Personería Municipal De Medellín. Medellín 2011. Pág. 14

[5] Carrión Suárez, Jaime Alberto. Informe sobre la situación de Derechos Humanos En Medellín. Personería Municipal De Medellín. Medellín 2011. Pág. 14


[6] Santa Mendoza, Johana y Sierra, María Clara. Informe sobre la situación de Derechos Humanos En Medellín. Personería Municipal De Medellín. Medellín 2011. Pág. 14
[7]Giraldo Mejía, Mauricio. Informe sobre la situación de Derechos Humanos En Medellín. Personería Municipal De Medellín. Medellín 2011. Pág. 28


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