La sociedad fea: Familia, exclusión y armonía


 Sobre el cuento el patito feo

La literatura es una expresión individual con un valor colectivo, no solo entretiene y enaltece un idioma; mediante una búsqueda estética sino que también cuestiona directa e indirectamente las maneras de vivir, creer, pensar y actuar de una sociedad.

Al comenzar a trabajar en este ejercicio académico la primera pregunta fue ¿Qué cuento elegir para tan interesante menester? Hice memoria y recordé que mi papá me presentó a  Hans Christian Andersen (1805-1875) cuando era muy niño, tenía seis años en el momento que llegó a casa con un pequeño libro de cuentos del autor, leímos juntos los cuentos La Zapatillas Rojas y la Vendedora de Cerillas. Años más tarde leí otros cuentos y de alguna manera me ha tocado el alma la sensibilidad del autor. Entre afamados cuentos como La Sirenita o El Traje Del Emperador me decidí por El Patito Feo.

 El patito feo más allá de su moraleja contiene diversas analogías respecto a las relaciones sociales de nuestro tiempo como el amor maternal y la adopción de un hijo, el maltrato familiar por parte de los hermanos (familia), el significado y la concepción de belleza (armonía), el racismo   y xenofobia (exclusión y migración) y  la búsqueda de la libertad.

En la obra de Andersen existe una temática recurrente entre la pobreza y el orgullo, no se debe olvidar que el autor fue muy miserable porque tuvo que mendigar y vivir bajo un puente pero ello no fue barrera para que a pesar de su pobreza y preferencia homosexual (Que en una sociedad machista puede ser una piedra en el zapato) se inmortalizara por su sobresaliente estilo creativo.



Familia
Se precisa la soltería de la mamá pata, sin caer en la conjetura cabe preguntarse ¿Dónde estaba el papá pato? ¿Eran los paticos huérfanos de padre? Nada alejado de la realidad social la ausencia del papá en una familia. Según el periódico el Tiempo en Colombia se abren 41 casos diarios para establecer el padre de un menor[1]. El abandono podría explicarse desde  varias perspectivas como la falta de empleo, la ausencia de una relación estable con la madre (sexo ocasional), problemas de adicciones de los padres, madres que no permiten que el papá se acerque a los hijos, causa culturales como el machismo, etc. Y en otros casos los padres no abandonan a sus hijos pero no les proveen lo básico para su manutención o el padre que conforma una nueva familia y olvida a sus hijos así le brinde una pensión. También el abandono por causas de desplazamiento y demás formas de violencia.

Por otro lado el amor maternal se evidencia en la decisión de la mamá pata de aceptar a su cría pato a pesar de su “fealdad” y diferencia respeto a los demás paticos,  el hecho de amar el “horrible” animal sin importar las críticas y de recibirlo en su “familia”, “tribu”, “aldea” con un aprecio generoso y honesto menospreciando los imaginarios absurdos de los demás patos y sin darle relevancia a la evidencia que el animal era de otra especie.

Para muchas madres su hijo será el “más lindo”, “el más inteligente” y así tenga cuarenta años o más será “el niño de la casa”, aman a sus hijos sin importar la existencia de una enfermedad física o mental, la belleza, el aspecto físico y la conducta, ese era el modo de proceder de la mamá pato. De forma inversa muchas madres abandonan a los hijos, los golpean, no los cuidan, etc. Concluir que el amor maternal es instintivo, genético o aprendido seguramente es imposible pero es claro que en la relación del niño con la madre es determinante para la interacción social del futuro ciudadano ya que esta primera relación social se genera en la familia. Lo niños sin madre también tiene esa relación con la persona que ocupa el lugar de cuidador.  Al final la mamá pata manifestó que se fuera el desgraciado animal antes de verlo sufrir de tal manera, deseaba que el patico se alejara en favor de su bienestar, que migrara. ¿Cuál es la función de la madre en una sociedad? ¿Quién y cómo es una buena madre? El valor de la madre para nuestra sociedad es innegable.

La mamá que empaca el almuerzo al hijo estudiante o trabajador, la que lava, aplancha, ordena, cocina y despierta; esa madre que sufre por su “niño” porque llega al anochecer o no aprueba una labor académica, la madre que sufre por los líos amorosos de sus hijos, la que pone en manos de Dios con palabras-Dios te proteja. La mamá que llora cuando su hijo está enfermo o tiene dificultades económicas. Esa pareciera ser la “buena” madre pero si ella decide ser independiente, trabajar;  porqué no, salir a divertirse sería catalogada como una “mala madre” porque no vive cien por  ciento en pro de su hijo.

Como en clásico cuento, los hermanos también acosaban al patito feo con tratos muy desagradables: lo empujaban e insultaban ¿Porqué siendo de los “mismos” no aceptaron al feo, si la mamá pato si lo quería? En las familias las disputas entre hermanos son muy evidentes por causas económicas (robos de bienes y no pago de deudas), de amoríos (concubinato con la pareja del hermano) o de cualquier índole (celos, envidias, incompatibilidad conductual). La incapacidad de convivir ha llevado a que se maten entre ellos como en la historia mítica de Caín y Abel. El sentido de la hermandad, de la lealtad muchas veces es inexistente entre hermanos, tristemente es así cuando un individuo no solo debería ser hermano de su hermano sino hermano de la madre, de la abuela, del vecino, en fin de la humanidad ¿Cómo ser hermano de la humanidad cuando la sociedad de consumo se basa en la individualidad y la competencia descarnada? Esas ideas poéticas de fraternidad con la que soñó la revolución francesa y que hoy por pragmatismo se transformaron de un objetivo a una utopía innecesaria para la búsqueda de la felicidad impuesta por el capitalismo, donde todo vale, incluso pasar sobre los hermanos

Existe una diverfamiliaridad, es decir múltiples formas de vivir en familia y más que decir si son buenas o malas cuales son más ventajosas o inconvenientes no cabe en esta discusión ´pero lo único  certero es que son una realidad.

Armonía
La categoría de belleza en la sociedad occidental es de gran valor simbólico y una necesidad para fomentar el consumo porque el mercado necesita de unos estándares rígidos y exacerbados casi hasta llegar a lo imposible para generar una larga  e interminable cadena de consumo, productos como los cosméticos, los gimnasios, la ropa, las cirugías estéticas, los “suplementos dietarios”, terapias psicológicas, en fin una lista que día a día crecerá con el objetivo de saciar esas necesidades creadas ficticiamente porqué cualquier individuo que racionalice los ideales de belleza fácilmente caerá en la cuenta del absurdo. Así se crea un canon de belleza pero a la vez está cargado de una alta subjetividad.

En esta creación de lo que debe ser bello la contradicción y la insatisfacción es  la constante así  muchas mujeres rubias se tinturan de negro y las de negro de rubio, los delgados consumen suplementos para aumentar la masa muscular y los robustos para bajar de peso, las mujeres de busto y caderas grandes quieren reducirlos y las de pequeño quieren aumentarlo. Todo en pro de una búsqueda de simetría, indudablemente la belleza es una construcción muy cultural por ejemplo en el renacimiento las mujeres obesas era consideradas hermosas ya que era evidencia de una buena alimentación.


[1] http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13159228


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